jueves, 31 de julio de 2008

La emoción de convertirse en UCVISTA


Pues si, hoy 31 de julio, significó no solo el día mas emocionante en lo que va de año, sinó en uno de los mas emocinantes en lo que llevo de vida. Siete años soñando con un momento que al fin hoy se materializó, momento que mas allá de las palabras, se expresa en un profundo y espeso sentimiento de incredulidad, euforia y profunda alegría. A pesar de ya haber cursado estudio en distintas y reconocidas Universidades del país, aburriendome de unas y triunfando en otras, lo de hoy fué una emoción virgen, intacta, esperando para el momento en que algún día mis ojos volvieran a leer: "Usted ha sido seleccionado", pero en una web perteneciente a la UCV.
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Y digo "volvieran a leer" ya que una vez tambien lo pude haber logrado, solo que fué un año después cuando me enteré de ello, de que había ingresado a la máxima casa de estudios, pero lamentablemente la falta de acceso a la información que para aquella época imperaba, no me permitió aprovechar aquella gran oportunidad. Nefasto y triste día, uno de los peores que recuerde.
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Pero hoy por fin se hizo justicia, se reconoció mi condición como UCVista de corazón que siempre he sido, teniendo a la mayoría de mis amistades allí, visitando y conociendo el campus tal y como si fuese uno de más de la familia: No lo era, ya hoy si puedo afirmar que lo soy.
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Y puede que un poco tarde, puede que un poco temprano, lo cierto es que ingresar a donde yo siempre sentí que merecía estar, se ha constituido en un logro muy por encima de mis demás proezas a lo largo de mi vida, así como constituirá una hazaña el demostrar que estoy hecho para estudiar allí, dispuesto a seguir los pasos de mi propio padre.
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Muchos son los momentos, dificiles y dulces, que acompañan la vida de un estudiante en la Universidad Central de Venezuela, y sin duda, el sólo hecho de saberte adentro, de tener la total certeza de se es uno mas de la familia, es la inauguración de un registro interminable de experiencias y emociones.
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Me fué inevitable llorar, con la emoción de quien sabe que ha ingresado a la mejor casa de estudios del país.
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Gracias UCV, nos toca un largo camino juntos, de la mano... en las buenas y malas, pero de la mano.

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